Los líderes de 12 importantes ciudades a nivel global se han unido en un compromiso: A partir de 2025, solo incorporarán autobuses completamente eléctricos a sus sistemas de transporte público.
La promesa forma parte de la Ley C40 para la Declaración de Autobuses Limpios, que surgió en 2015 como parte de los esfuerzos de la coalición internacional de ciudades C40 para disminuir las emisiones perjudiciales y luchar contra el cambio climático.
Los alcaldes de varias ciudades importantes como Londres, París, Los Ángeles, Barcelona, Copenhague, Quito, Vancouver, Ciudad del Cabo, Ciudad de México, Seattle, Milán y Auckland aprobaron una resolución en la que se comprometieron a trabajar juntos para establecer zonas de emisiones cero en sus ciudades para el año 2030.
Los alcaldes se comprometen a trabajar con sus proveedores para aumentar la cantidad de vehículos de transporte público sin emisiones, y a fomentar que los residentes utilicen otras formas de transporte. Las ciudades publicarán informes sobre su avance cada dos años.
El anuncio es una excelente noticia para las empresas fabricantes de autobuses eléctricos, como Proterra, que se ha posicionado como líder en el sector de autobuses ecológicos. Recientemente, afirmaron que uno de sus vehículos recorrió más de 1.000 millas con una sola carga. Además, la división de camiones y autobuses del Grupo Volkswagen también comunicó planes para lanzar nuevos autobuses totalmente eléctricos bajo las marcas MAN y Scania, los cuales se espera que estén disponibles en los mercados europeos el próximo año.
Los Ángeles, una ciudad miembro de la C40 que se comprometió, ya está tomando medidas para cambiar su flota a vehículos eléctricos. A principios del verano, el sistema de transporte público de la ciudad encargó 95 autobuses totalmente eléctricos a las empresas New Flyer of America y BYD.
La promesa de eliminar las emisiones es otro golpe para el motor de combustión tradicional, que está siendo preparado para su desaparición. Países como China, el Reino Unido y Francia han planeado prohibir la compra de vehículos a gasolina y diésel, y la industria automotriz está respondiendo con planes para electrificar sus productos.
Automóviles con propulsión eléctrica
